lunes, 7 de noviembre de 2011

Proyecto RIP

Haz el amor y no la guerra


Esta terrible imagen es uno de los iconos de la Guerra de Vietnam (1959-1975), de hecho fue merecedora del Pulitzer en 1969. Hace poco más de 40 años que fue tomada por Eddie Adams, entonces fotógrafo de la agencia AP, el 1 de febrero de 1968. El hombre que tiene la pistola en la mano es el general Nguyen Ngoc Loan, de la policía survietnamita. Al que le apuntan es un prisionero del Vietcong, recién capturado por el general, a punto de ser ejecutado.

Esta imagen se convirtió en icono porque representaba todo lo que iba mal en Vietnam. El ejército de los EEUU no era capaz de controlar a sus aliados de Vietnam del Sur, tan sanguinarios como su enemigo, Vietnam del Norte. Una compleja situación política contenida en una foto. En dos personas, un ejecutor y una víctima. Movimientos pacifistas tomaron la imagen como representación de la brutalidad de una guerra sin sentido, como arma contra el gobierno. 

He elegido esta imagen porque creo que refleja con crueldad todas las guerras. Podría ser cualquier guerra, cualquier víctima y cualquier otro lugar. Al mirarla, sentimos ese miedo permanente a que te maten, le vemos la cara al enemigo y ponemos rostro y nombre a la víctima. Nuestra reinterpretación dice claramente un NO A LA GUERRA. Me parece un claro ejemplo para educar en valores en la escuela. Nuestra imagen es un Te quiero en toda regla, es una apuesta por la paz y la vida, un Haz el amor y no la guerra... y nos remite a la revolución en la que las flores se alzaron contra las armas. 

Salón de peluquería


Por otra  parte, la segunda imagen es un fotograma de Un perro andaluz, de Buñuel, que también involucró a Dalí y Lorca. Con estilo surrealista, la película narra los sueños, las visiones y los delirios de la vida cotidiana, con escenas muy conocidas como la navaja que secciona el ojo, el burro en el piano, las hormigas, los cuerpos de mujer... es como un poema contado a través de imágenes. En la reinterpretación, mi compañero tenía muy claro la esencia de la peluquería, para lo que tuvimos que montar todo un escenario, pensando cada detalle. Algunos de ellos no se aprecian, como la brocha de maquillaje en el bolsillo de la camisa de Antonio, mis rulos en el pelo o la corbata de plástico de payaso. Además, también me parece interesante la construcción con un plano más abierto.


Ha sido una gran experiencia realizar el proyecto RIP, ya que hemos estado semanas poniendo a prueba nuestro pensamiento e ideas, deshechando opciones, buscando la foto más adecuada... en definitiva, aprendiendo. Y muy interesante también compartir el proyecto con mi pareja artística :) Aunque como crítica solo me gustaría decir una cosa: al arte y a la creación no se le debe poner fecha, aunque entiendo, claro está, que estamos limitados a unas sesiones de clase y unos objetivos-contenidos.

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